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Asdrubal Caner

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Escritor y Poeta

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domingo, 20 de mayo de 2007

MÁS DE UN SIGLO A LA DERIVA

Hoy es 20 de Mayo, nacimiento de la República de Cuba. La fecha no fue ni seleccionada por los cubanos. Fue el Gobernador militar de EE:UU, Mr. Leonard Wood, quien seleccionó el día del traspaso de poderes y la salida de las tropas norteamericanas de la isla.
Después de 30 años de lucha de nuestros mambises, no se seleccionó el 10 de Octubre o el 24 de febrero, como fechas para la inauguración de la flamante República de Cuba.
Firmado el infausto Tratado de París entre España y los Estados Unidos – sin la participación de los verdaderos libertadores de la isla – nacía un Estado, sujeto a los designios de los EE:UU, que como potencia mundial, aparecía prácticamente como garante del nuevo Estado latinoamericano. Era el país de los españoles y los norteamericanos. En la periferia del poder, la riqueza y el bienestar, quedaban los luchadores y casi todo el pueblo de Cuba.
Durante 105 años, Cuba no ha encontrado su camino. Marcha a la deriva, con un destino incierto.
Primero fueron 57 años de una democracia caudillista, débil y adolescente. La corrupción económica y política, las injusticias, la discriminación racial, las desigualdades sociales y la falta de una visión solidaria, llevó al país a un callejón sin salida.
Una República no se construye con leyes e instituciones. Una República se hace, cuando el pueblo hace suyas las leyes y las instituciones. Esa es la base para la decencia ciudadana, la estabilidad política, el desarrollo económico y el bienestar social. Si aquellos que tienen las riendas del poder político, son venales y corrompidos, el pueblo no creerá en sus leyes e instituciones. Se undirá en la desesperanza, la apatía y la indiferencia. Y ello será el caldo de cultivo para que cualquier demagogo, les lleve a la más impensable encrucijada. Eso es lo que pasó con Fidel Castro.
De la República caudillista y adolescente, que no llegó a encontrar los caminos de la decencia y la estabilidad, pasamos a otros 50 años de una dictadura totalitaria y terrorista, que ha llevado a la sociedad cubana a los umbrales de todos los abismos.
Poder personal y absoluto de un dictador asesino, seguido por una banda de criminales ignorantes, feróz represión y terror contra los ciudadanos, violación de los derechos más elementales del hombre, aplastamiento de la libertades ciudadanas, división y destrucción de la familia y la sociedad civil, pobreza y miseria generalizada y un agotamiento de la decencia y la moral de los individuos y grupos sociales, resultado de la impotencia, la ignorancia y la desesperanza.
Cuba está agotada y a la deriva.
Aterrorizada e impotente del presente, le tiene miedo al mañana. Esa dicotomía, ha sumido al país en la inmovilidad y el conformismo. Sin las riendas del hoy y el mañana, vive la muerte de cada día. Vive el hoy, porque el mañana, al parecer, no existe.
El Estado totalitario a sustituido a la actitud volitiva de los individuos. El ser humano está privado de toda dterminación y decisión individual. Nadie hace planes para el futuro. Se vive el hoy, implacable y destructivo. La larga mano totalitaria, da de comer y piensa por cada uno. Las heterodoxias se pagan con la cárcel o la muerte. La dictadura no es un hombre solo: es un sistema que se arma de arriba hacia abajo. Allí, en la base, en el trabajo, el vecindario hay varios dictadores que deciden la suerte de cada cubano. Es la más abyecta impunidad que conoce la historia de nuestro país.
El castrismo es el corolario de nuestra propia ignorancia. Ha cercado y aplastado a un pueblo orgulloso y rebelde. Somos los hijos impotentes y desarmados de nuestros propios errores.
Por eso, hoy 20 de mayo, no sé si celebrar o llorar. Quizá hoy no sea mi mejor día.
Pero no dejo de luchar para sembrar la esperanza e instituir una verdadera Republica, hecha con los sueños más nobles de sus apóstoles traicionados.
Una República “con todos y para el bien de todos” y donde la dignidad, la decencia y el decoro individual y social, sean las poderosas estructuras de nuestro futuro.

Un abrazo

Asdrúbal Caner Camejo
Representante del PSC
en Canadá.

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